Memoria de un centurión

Estamos en una taberna tomando vino hasta quedar borrados de borracho ya que se nos a dado un día de licencia, porque se nos a informado que el ejercito se pondrá en marcha a nuevos territorios salvajes.
Corre el año 206 a.c. mi legión es la V Macedonia es una de las legiones mas respetadas y de mayor renombre, mi puesto es de centurión de la 1ª cohortes, 3ª centuria.
Es un honor de estar en este puesto, ya que la primera cohorte esta compuesta por los mejores hombre de la legión.
Al romper el alba suenan las trompetas indicando el inicio de los preparativos para la marcha, me levanto, ciento la cabeza como piedra es una de esas resacas que solo quieres quedarte acostado, pero nada hay que prepararse ya que la marcha será forzada.
Me pongo la armadura y el manto rojo característico de un centurión. Doy las ordenes a los que comando para la formación. Todo esta listo.
El cesar en persona será nuestro general, nos comunica que iremos a un lugar llamado Germania.
Aparte de mi legión ay tres mas.
Se da la orden de iniciar la marcha. El pueblo sale a las calles para despedir a estas cuatro legiones que conforman el ejercito mas temido de esta era.
Hasta hora ningún otro ejercito a logrado parar a nuestras legiones.
La marcha se inicia cruzamos el arco del triunfo de esta ciudad, a medida que avanzamos los vitoreo se escucha débiles a la distancia por fin estamos en campo abierto.
La marcha se a efectuado en tranquilidad y sin contratiempo.
Los expedicionarios encontraron un lugar apropiado para levantar el campamento para descansar.
A la luz de las fogatas se cuentas historia fantásticas del lugar a donde nos dirigimos. A estas historia solo ay que creerle la mitad, sino uno se sugestiona y no tendrás valor en la batalla.
Al alba empiezo a despertar a mis muchachos para que puedan comer ya que se nos a indicando que no realizaremos ninguna parada para descansar, eso no nos preocupa ya que el legionario esta acostumbrado a estas marchas interminables y al final empuñar la espada para la batalla.
Mi legión marcha en segundo lugar al flanco izquierdo. Cuando estábamos a punto de llegar al lugar de destino que seria nuestro segundo lugar para acampar, nos han atacado de improviso, lo mas pesado del ataque enemigo le toco a mi legión, tuvimos que realizar algunas maniobras para no ser dispersados, si esto hubiera sucedido las bajas serian numerosas. Mis dirigidos y yo en una maniobra desesperado nos pusimos al frente del ataque dando tiempo al grueso de la legión para que se pusiera en posición de combate, estábamos resistiendo como pudimos ya que los que nos atacaban eran fuertes pero no presentaban ningún orden definido esto nos favoreció, en el momento en el que nos estaban acorralando toda la V legión se lanzo al ataque aplastando al enemigo, fue una carnecería ya que las demás legiones fueron alistadas para rodear al enemigo con esto ninguno pudo escapar.
Fue una victoria aplastante en un principio nos sorprendieron pero ya que estamos entrenados para esto y una disciplina a prueba pudimos salir victoriosos.
Una vez todo en control nos pusimos a atender a los heridos y los muertos son cremados para que no sean devorados por los lobos.
Las bajas no fueron mucha pero mi cohorte quedo disminuida, fue donde se presentaron las mayores bajas, ya que fuimos los primeros en presentar batalla. Yo quede herido en un brazo, pero nada de que preocuparse.
El cesar nos a recompensado por la osadía y rapidez a nuestra maniobra si no lo hubiéramos realizado las bajas abrían sido mayores por el desorden que provocaría.
Quemas hemos proseguido la marcha, a los camaradas caídos solo nos llevamos los recuerdo. Solo tenemos que sobrevivir para llegar a la meta que nos hemos impuesto. Nada es fácil.